sábado, 18 de abril de 2020

Birdwatching desde la ventana

Primer plano de un macho de colirrojo tizón

Muy buenas "Becadas Viajeras" desde el confinamiento. De las muchas lecciones que hemos aprendido en estas semanas enjaulados seguro que una de ellas es aprender a apreciar las pequeñas cosas que nos ofrece la vida. Y en el disfrute de la naturaleza también lo podemos aplicar. A menudo nos desplazamos grandes distancias para visitar parques nacionales o lugares remotos, olvidando que al alcance de la mano también tenemos pequeños paraísos y si en estas semanas de confinamiento podemos disfrutar de un pedazo de jardín o parcela ya es la repera. Eso he hecho yo, darle la vuelta a la tortilla e intentar "pajarear" algunas especies cotidianas que a menudo las pasamos por alto y tienen mucho que ofrecer. Este pasado otoño también instalé unos comederos, así que esto ha ayudado a que la pequeña avifauna también tuviera cierta querencia. En este post os acerco algunas de las fotos que he podido sacar estos días, con especies que pasan aquí todo el año y otras que han ido llegando con la primavera.

Una de ellas es el verdecillo (Serinus serinus) o serín verdecillo somo se le conoce ahora en el mundillo pajareril. Ahora están en plena ebullición marcando su territorio con su característico canto y vuelo ondulante.

Serín verdecillo en el nogal que le sirve de cantadero

De vez en cuando se posan en un árbol y dan un pequeño recital. Este año se ven bastantes ejemplares de este bello fringílido de plumaje amarillo. En nuestras latitudes es bastante abundante siempre que haya zonas de bosque intercaladas con campos, aunque también es frecuente en los parques y jardines de las ciudades y pueblos.

Verdecillo en pleno recital

En la Península siente predilección de las zonas de cultivos de cítricos y olivares. Como su pico corto y ancho delata, su alimentación se compone de semillas. En invierno suele formar grandes bandadas, a menudo mezcladas con otros parientes como los jilgueros.

A pleno pulmón

Escuchando a posibles competidores

Bonitos colores amarillos luce este pequeño fringílido

Otro de los pajarillos que se dejan ver y oir estos días es la curruca capirotada (Sylvia atricapilla). Su canto aflautado y muy agradable es fácilmente identificable. Verla es más complicado porque le gusta moverse entre la maleza y a la menor presencia humana se mete en lo más profundo de los matorrales.

Macho de curruca capirotada con el capirote negro que le da nombre

Por eso para sacar una buena foto hay que armarse de paciencia y permanecer inmóvil, esperando a que salga a alimentarse como el macho de estas fotos. El macho adulto se distingue  por su coloración gris y el capirote negro, mientras que hembras y juveniles son de color más parduzco, con la cabeza marrón claro.

Esta curruca está cebada a los frutos de esta hiedra, las pocas bayas disponibles para un ave en abril

A finales de marzo y principios de abril se ha notado una gran presencia de currucas que han pasado el invierno en al sur del Sahara y subían al centro y norte de Europa para criar. Ahora ya solo quedan las que van  a sacar su nidadas aquí.

Siempre atenta a cualquier peligro para refugiarse en la espesura

En España hay tres subespecies, de la que la atricapilla habita la mitad norte de la Península. En esta zona es la especie de las currucas que más abunda, además y según los conteos de SEO Birdlife sus poblaciones en los últimos años van en aumento.

Entretenida en buscar los mejores frutos


No es frecuente verlas en lo alto de los matorrales

En primavera y verano su dieta es fundamentalmente insectívora, pero fuera de la época de reproducción se alimenta de frutos y semillas, como la que vemos en las fotos.

A punto de engullir un fruto de hiedra

Su bonito y aflautado canto las delata, ya que muchas veces permanecer ocultas en la espesura

Sin duda otra de las aves que más fácilmente podemos avistar sin salir de casa es la siguiente protagonista, la lavandera blanca (Motacilla alba), la más frecuente en nuestra región y muy presente en todos nuestros parques y jardines. En primavera se dispersan más, pero en invierno forman grandes grupos en torno a las ciudades donde tienen sus dormideros para aprovechar el fenómeno "isla de calor" causado por las calefacciones.

Bonita lavandera blanca

Aquí tenemos la subespecie alba, la única que cría en la Península Ibérica y de hábitos sedentarios, aunque todos los otoños recibimos miles de individuos que vienen del centro de Europa a pasar el invierno.

Les encanta patrullar los jardines en busca de larvas ocultas entre la hierba

Pájaro bastante confiado que nos dejará acercarnos bastante para sacarle un buen primer plano

Y hablando de aves que tenemos la oportunidad de ver sin salir de casa no podía faltar el carbonero común (Parus major) Los páridos es la familia de paseriformes que engloba a carboneros y herrerillos y de éstos el carbonero común es sin duda el que se encuentra más a gusto del ser humano.

Desde este árbol marca su territorio con su variado canto

Los machos como el de la foto se distingue de la hembra por tener una gran franja negra que recorre su cuerpo desde la garganta hasta la cola. En el caso de las hembras esta franja aparece más desdibujada.

Desplegando su plumaje

Los carboneros como digo viven cómodos junto a nosotros y prueba de ello es que todos los años hacen su nido en este buzón, no siempre con éxito. A ver si este año con menos trasiego de gente sacan adelante su numerosa pollada que puede ser de hasta una docena de crías.

Buzón nido VPO

Futuros carboneros


El padre de las criaturas alerta

Son aves bastante sedentarias que habitan cualquier lugar que tenga un poco de cobertura forestal. Sus poblaciones se encuentran en muy buen estado.

En el nogal donde acuden a los comederos

Precioso ejemplar

Un bonito primer plano del carbonero

Los carboneros se alimentan de gusanos y orugas, por lo que son muy beneficiosos para huertos y jardines, así que tenemos que favorecer que haya una familia siempre cerca. En mi caso les tengo colocados unos comederos a los que entran ciegos, ya que en otoño e invierno les encantan los frutos y semillas. Unos cacahuetes o nueces mezclados son sebo son su perdición. Estos vídeos son de la nevada que cayó el último día de marzo.





Y otro pajarillo que no podía faltar es el gorrión común (Passer domesticus), antes muy presente en pueblos y ciudades, pero que en los últimos años está descendiendo en muchos lugares, sobre todo en las grandes urbes, por causas no demasiado conocidas. Algunas teorías hablan de la pérdida de una hábitat favorable ya que las construcciones modernas no ofrecen huecos y agujeros para que los gorriones hagan sus nidos.

Macho de gorrión doméstico

¿Algún problema?

No es el caso de este gorrión macho, que ha encontrado en los huecos de esta casa de piedra su refugio ideal.

En su pisito de soltero

Hembra de gorrión común, acuden como locos atraídos por el pienso de las gallinas

En las casas de piedra también se encuentra en su salsa el colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros), el más oscuro de los colirrojos, al que le gusta vivir en roquedos y acantilados, pero si el hábitat es el adecuado no duda en acercarse al ser humano.

Macho de colirrojo tizón en pleno concierto

En cuanto despunta la primavera recibimos un buen contingente que ha pasado los meses más duros del invierno en el sur peninsular. Y pronto los machos emiten el típico canto en forma de carraspeo desde algún tejado.

La mancha blanca de las alas sirve de gran ayuda para identificarlos

El color negro de la cara y la cola roja da nombre al tizón

En los machos como el ejemplar de la foto destaca la cola roja, la garganta casi negra y una mancha blanca en las alas.

Atento a cualquier interferencia desde la ventana que da acceso a su nido

Te estoy vieeeendo

Suele ser un pájaro muy confiado y buen aliado de las personas al consumir un buen número de invertebrados.

Aquí se ve bien la cola roja

Y por último traigo un ave más espectacular y que este año está criando muy cerca de mi "Local Patch", así que es fácil localizarla cuando pasa planeando. Se trata del milano real (Milvus milvus), con su característica cola en forma de horquilla, clave para identificarla en vuelo.

Milano real patrullando las cercanías de su nido

A pesar de que en el norte es un ave muy habitual, parece que en estos últimos años sus poblaciones están en declive, especialmente en el sur de la Península.

Me tenía perfectamente localizado

Con la primavera recibimos los ejemplares que han invernado en el sur de la Península, más los que en migración se dirigen a tierras más norteñas. Bonita rapaz, una de las más fáciles de observar desde nuestra ventana.

La mirada de las rapaces impresiona

Esto es todo lo que he podido fotografiar con cierta calidad, a pesar de que ha habido observaciones de otras especies como jigueros, verderones, mosquiteros, abubillas o golondrinas, pero no se han dejado meter en el objetivo.

Espero que haya sido de vuestro interés, ánimo que ya falta menos para poder salir al campo y deleitarnos con más pajarillos.


Hide indoor


lunes, 13 de abril de 2020

La edad determina la distancia de migración en las becadas

¡Hola Becadas Viajeras! Espero que llevéis el confinamiento bien, dentro de lo posible. Tantos ratos muertos dan para repasar artículos antiguos de gestión de la becada y en esta ocasión traigo una publicación rusa de 2008, de VADIMVYSOTSKY y IVANILJINSKY, que estudió la relación entre la edad de las becadas y la distancia a la que emigran en otoño.

La distancia de migración está estrechamente ligada con la edad de las becadas

Se sabe que las aves de primer año en una amplia gama de especies migran más allá que de adultos, y en todo el rango de invernada los ejemplares de primer año llegan más lejos respecto a sus zonas de cría. También el análisis de recuperaciones de anillas ha demostrado que los juveniles sin experiencia en su viaje de primer otoño muestran una dispersión mucho mayor en la dirección de salida que los adultos. Estos patrones migratorios y de invernada no son muy conocidos en la becada.


Para realizar este estudio los autores se basaron en datos de anillamiento, realizado entre 1994 y 2007 cerca de San Petersburgo, Rusia. Las becadas fueron capturadas de noche en hábitats de campo abierto utilizando la técnica tradicional de focos de luz.

Todas las aves atrapadas fueron datadas usando el análisis de su plumaje, entre jóvenes, aves de primer año nacidas durante el año calendario de anillamiento y adultas, nacidas antes del año calendario de anillamiento.

El anillamiento se realizó al modo tradicional, de noche y en las praderas de alimentación de las sordas

Se anillaron aves locales y de paso durante septiembre y octubre, aunque la mayoría de las becadas fueron anilladas durante la migración de otoño. De acuerdo con las recuperaciones durante el período de cría estas aves migratorias pertenecen a poblaciones del noroeste de Rusia (regiones de Arkhangelsk, Leningrado, Pskov). Las recuperaciones de anillas de larga distancia desde noviembre hasta febrero fueron consideradas como recuperaciones de invernada. Se analizaron un total de 242 recuperaciones de invierno de 2.299 becadas anilladas. 

Se dividieron los datos en dos grupos, de la siguiente manera: 
  • aves de primer invierno (anilladas como jóvenes) y recuperadas en el primer año de vida
  • adultos invernantes (anillados como jóvenes y recuperados en el segundo año de vida o más tarde o anillados como adultos y reportados durante cualquier invierno)


El estudio de estas recuperaciones reveló que las aves procedentes del noroeste de Rusia tienen una amplia gama de distribución en invierno, que va desde Gran Bretaña a Grecia.

En el primer año las becadas pasan su invierno de promedio más lejos de las zonas de cría que los adultos. No encontraron diferencias significativas en las distancias migratorias entre los ejemplares de primer año y los adultos en las islas británicas, ya que allí la becada es un migrante de corta distancia. 

Las becadas jóvenes migrarían más lejos y de forma más dispersa

La dirección media de la migración para las becadas rusas del noroeste parece ser diferente de las escandinavas. 

Se sabe que un programa migratorio innato (dirección y distancia) permite a las aves de primer año llegar a su área de invernada general. Así, muchas aves de primer año guiadas por dicho programa migran tan lejos como les es posible y paran en el borde occidental del área de invernada. Las altas concentraciones de aves jóvenes en las regiones atlánticas de Francia y en la parte suroeste de Inglaterra lo confirman. Los adultos, guiados por una experiencia previa, podrían reducir sus rutas de migración y permanecen para hibernar en lugares favorables.

En el mapa siguiente se aprecia como de media las becadas de primer año (Triángulos) se recuperan más lejos que las adultas (Círculos) respecto al lugar de anillamiento (Estrella).


La presión de caza sobre la becada es diferente en los países europeos, por lo que los adultos y aves de primer año del noroeste de Rusia pertenecerían a poblaciones que están sometidas a una presión de caza diferente dentro de su rango de invernada. Por ejemplo, la presión de caza es mayor en las regiones atlánticas de Francia que en las interiores, lo que conduce a una mayor proporción de becadas de primer año migradoras de larga distancia en el total de capturas anuales.

Como siempre espero que esta entrada haya sido de vuestro interés y os espero en la próxima.

¡Ánimo que ya falta menos!

viernes, 3 de abril de 2020

Cazadores mejorando el hábitat

Hola "Becadas viajeras". Hoy traigo al blog algunas imágenes de las actuaciones que hemos hecho desde la Sociedad de Cazadores a la que pertenezco y estoy en la Junta Directiva. Hace unos cuatro años decidimos ponernos el mono de trabajo con el fin de intentar recuperar la maltrecha población de perdices, ya que creíamos que los cazadores debíamos ser los primeros involucrados, no solo por el descenso de especies cinegéticas, si no por el resto de aves ligadas al campo que se han desplomado en los últimos años según los informes de SEO.



A pesar de que en la última década la caza de la perdiz había sido prácticamente anecdótica, con dos o tres jornadas de caza por temporada, la densidad de perdices seguía cuesta abajo. La causa principal es la degradación del hábitat que ha sufrido la zona, situada en el prepirineo de Navarra, con la pérdida de la zona de transición de monte bajo entre los cultivos y el bosque. Este tradicional hábitat que es tan necesario para la perdiz, los llamados cerros, estaba siendo ocupado por un matorral impenetrable debido al abandono de la ganadería.

Así, se convertía en un territorio inhóspito para perdices y muy favorable para sus depredadores, especialmente el jabalí.

Zona de cerros sin desbrozar, la maleza ha ocupado las zonas antes óptimas para la avifauna

Por eso uno de los trabajos principales que estamos desarrollando es el desbroce con maquinaria de retales de monte en las laderas, siempre dejando tiras de matorral para que las perdices puedan refugiarse. En las siguientes imágenes podéis ver algunos ejemplos de  las zonas que se han desbrozado. Como digo, siempre dejando retales sin desbrozar. Es una tarea complicada por la orografía del terreno, con laderas muy empinadas y llenas de barrancos. Creemos que en esta zona es la labor que más agradecen las perdices.

Desbroces en "mosaico"


Desbroces


Desbroces en una zona complicada de ladera y cárcavas

Desbroce respetando el matorral de enebro y boj


Otra de las actuaciones que hemos desarrollado es la maejora y/o creación de puntos de agua, con la construcción de balsas, limpieza de fuentes y balsas y colocación de bebederos. Estas actuaciones lo que persiguen es reducir el desplazamiento de las polladas de perdiz desde sus refugios hasta las zonas donde beben. En los últimos veranos que están siendo muy secos se observa que estos puntos son muy utilizados, sobre todo al final del verano, en el mes de septiembre.


Construcción de balsa


Balsa ya terminada

Fuente recuperada

Balsa mejorada

Bebederos para perdiz y resto de avifauna


Bebedero

Los bebederos son utilizados por multitud de aves
Y por último tenemos la creación de siembras ecológicas en parcelas marginales del monte, con mezcla de semillas de cereal y leguminosas.

Parcela sembrada en otoño



La misma parcela en primavera
En definitiva, hemos aportado nuestro granito de arena y a pesar de que somos conscientes de que este coto tiene grandes limitaciones y nunca habrá una gran densidad de perdices, hemos conseguido revertir la situación crítica de sus poblaciones y empezamos a ver una mayor presencia de esta maravillosa ave.

Espero que este post os haya servido de ayuda y os animo a que emprendáis este tipo de actuaciones en vuestros cotos.
También agradecer al ayuntamiento del valle de Lizoain-Arriasgoiti por su apoyo al trabajo que venimos desarrollando.

¡Hasta otra!




Becadas: la interpretación de la proporción de jóvenes

  Muy buenas, después de un tiempo vuelvo con una publicación a propósito de que estos días se leen en las redes sociales mensajes con datos...