viernes, 21 de junio de 2019

Algunas consideraciones sobre la becada y su gestión (Segunda Parte)


Muy buenas compañeros, seguimos con esta serie sobre la gestión de la becada, abordando unos asuntillos un poco polémicos. Espero que os guste ¡Al turrón!

¿Cuántas becadas se cazan? ¿En que países?

La madre del cordero sería conocer la cifra real de capturas en Europa. Si ya es difícil estimar la bolsa anual de caza en España, donde la recogida de datos es francamente mejorable, si nos vamos al conjunto del continente es la locura. Se estima que la población invernante en Europa es de entre 10 y 25 millones de individuos y la población reproductora europea entre 2 y 8 millones de parejas reproductoras, de las cuales se calcula que se abaten cada año entre 3 y 4 millones de aves. Por países, el Plan Europeo de Gestión de la Becada en 2009, colocaba a Francia en cabeza en cuanto a número de capturas anuales (1.200.000), seguida Italia (500.000-1.500.000) y Grecia (450.000) Para España asignaba unas capturas ridículas y claramente subestimadas de 3.000 becadas.

Si nos ceñimos a los datos exclusivamente del Paleártico Occidental,  la becada actualmente se considera especie cinegética prácticamente en toda Europa.  Durante la invernada, la caza se caracteriza por ser practicada por cazadores especialistas que la realizan al salto y con perro de muestra. Estamos hablando principalmente de Francia, Italia, España, Grecia, Reino Unido y Portugal. En el caso del Reino Unido e Irlanda también existe costumbre de cazarla en ojeo.

La cultura de la caza de la becada con perro de muestra solo es propia de algunas regiones europeas


De acuerdo con el documento FAROW emitido por la Federación de Asociaciones Nacionales de Becaderos del Paleártico Occidental (FANBPO) la normativa de caza en los países que conforman esta Federación sería la siguiente:

IRLANDA: Período de caza entre el 1 de noviembre y el 31 de enero, 6 días hábiles por semana. Sin cupo diario, semanal o anual.
GALES: Período de caza entre el 1 de octubre y el 31 de enero, 6 días hábiles por semana. Sin cupo diario, semanal o anual.
FRANCIA: entre el 14 de septiembre y 20 de febrero y 2 a 7 días de caza semanales dependiendo de la región. También en función de la región, cupos diarios entre 1 y 4, y semanales 1-6. Cupo único anual de 30 capturas.
SUIZA: Romandía entre el 15 de septiembre y 14 de diciembre. 4 a 6 días de caza semanales, cupo de dos capturas/día y cupo anual de 12-20. En la región de Ticino temporada del 16 de octubre al 30 de noviembre, sin límite de días o cupos.
ITALIA: Temporada entre el 21 de septiembre y 31 de enero (regiones del norte con cierre el 31 de diciembre), con 3 días de caza semanales, cupo de 2-3 capturas/día y cupo anual de 15-20 capturas.
PORTUGAL: Del 1 de noviembre al 15 de febrero, 2-4 días de caza semanales y cupo diario de 3.
ESPAÑA: Dependiendo de la región, desde el 8 de octubre hasta el 19 de febrero, aunque la mayor parte de Comunidades cierran la temporada antes del primer domingo de febrero. De 2 a 7 días semanales de caza según región. Cupo también variable, desde 2 capturas diarias a ausencia de cupo, lo más habitual es el cupo de 3 becadas/día. No existe el cupo semanal o anual.

En España existe un auténtico galimatías de normas que regulan la caza de la becada


Como sabemos, en los últimos tiempos hay una creciente demanda de cazadores del sur de Europa que se desplazan al norte en los meses de migración (a las repúblicas Bálticas, Escocia y países escandinavos principalmente) y en invierno a otros lugares del sur y oeste del continente (Irlanda, Bretaña, Bulgaria, Crimea o Balcanes)  atraídos por el reclamo de una gran densidad de sordas y en algunos casos bajo el paraguas de una normativa bastante laxa en cuestión de control de cupos. Por ejemplo, Croacia es conocida por ser el “coto privado” de muchos cazadores italianos que se desplazan allí por su cercanía en coche o  cruzando el Adriático en ferry.

Mientras, la caza durante la época primaveral se realiza aprovechando los vuelos de cortejo de los machos, estando esta práctica permitida únicamente en Rusia y en algunos países de su entorno en el este de Europa y fuera del ámbito de la UE y ejercida por cazadores locales. Tradicionalmente la caza primaveral era una práctica habitual  en algunos países del centro y este del continente, pero con su ingreso en la Unión Europea este método fue prohibido en virtud de la Directiva Aves. En Rusia, esta caza se desarrolla, contrariamente a lo que podamos pensar, bajo un control realmente estricto de capturas y en unas fechas muy concretas. Así, las cifras medias de capturas de un cazador ruso a lo largo de la temporada de caza en croule son bastante modestas, por debajo, por ejemplo, de los números por temporada de caza que manejamos en el “Proyecto Becada” para el becadero medio en España. El equipo del experto ruso en becadas, Sergei Fokin, lleva lustros estudiando la caza de la becada en Rusia y sus conclusiones vienen a desmontar muchos mitos alrededor de la caza en este país y su incidencia real en las poblaciones de becada. Otra cosa es que desde el punto de vista ético veamos mejor o peor abatir una becada en croule.

La caza de la becada en croule forma parte de la tradición de muchos países del centro y este de Europa


Habría que recordar que actualmente en países como Austria o Hungría hay movimientos que tratan de recuperar la legalidad de la caza en croule como una forma tradicional de aprovechamiento cinegético de la especie. En estos países y otros como Polonia no existe una cultura de caza de la becada con perro de muestra como la entendemos en los países mediterráneos. En el caso de Austria fue enviada en 2018 por la Comisión Europea ante el tribunal de Justicia de la Unión Europea por permitir la caza en croule en el estado federado (provincia) de Lower Austria.
De todas maneras, siempre me llamó la atención en mis reuniones con otros clubes pertenecientes a FANBPO que becaderos de países como Francia, con cifras de capturas anuales muy por encima del millón de becadas, se opusieran tan frontalmente a la caza en croule en Hungría, cuando suponen apenas siete mil becadas cazadas al año.
Los cazadores húngaros se defienden argumentando que sería bastante más dañino cazar las becadas durante el otoño y que Hungría se convirtiera en destino turístico, recordando su proximidad a Italia.

De acuerdo a la información que he podido recopilar, en Europa la caza de la becada está prohibida en los siguientes países o regiones:
-          Países Bajos
-          Bélgica dentro de la región de Flandes.
-          Portugal, en algunas islas del archipiélago de las Azores.
-          España, en las islas Canarias, Murcia y Melilla.
-          Suiza, en los cantones de habla alemana y los francófonos de Ginebra y Berna.
-          Alemania, en el lander de Berlin.
-          Eslovenia.
-          Hungría, actualmente se caza un número limitado de ejemplares en primavera durante la croule con el argumento de “estudios científicos”.
Seguramente habrá otros casos, pero lo cierto es que es bastante complejo recopilar normativa, dada la variedad de países y legislaciones regionales particulares dentro de cada estado.

En Rusia y de acuerdo con los partes de captura que facilitan los cazadores, se capturan de media 200.000 becadas en primavera durante la caza en celo (roding o croule), mientras que la caza otoñal, normalmente con perro de muestra, es bastante más minoritaria y se estima en 50.000 ejemplares la bolsa de capturas. Unos números bastante modestos si tenemos en cuenta que ya solo la Rusia europea tiene una superficie que supone el 40% de toda Europa. Estos datos se pueden consultar en las Newsletters que anualmente publica el grupo de especialistas en Agachadizas y Becada de Wetlands International. Solo en la provincia de Gipuzkoa, con una superficie ¡dos mil veces! menor que la Rusia Europea ya se cazan anualmente entre 7.000 y 10.000 becadas ¿Cómo podemos criticar la caza en el norte de Europa? Es inaudito.

La incidencia de la caza en los países del norte y este de Europa todavía es mínima si la comparamos con Francia, España o Italia



¿Afecta la caza en otros países a la becada que llega a España?

Este es uno de los debates que más ampollas levanta y bajo mi punto de vista se utiliza como arma arrojadiza para justificar nuestros «pecadillos»

Primero habría que distinguir entre los países de cría o invernada, porque demasiado habitualmente se lee a cazadores referirse a la caza en Bulgaria o Crimea como caza de becadas en sus “lugares de cría” y este es un error bastante grueso, simplemente porque allí no crían becadas.

Me explico, de acuerdo con la información aportada por José Luis Guzmán en su tesis “Factores que modulan la abundancia de la becada: Implicaciones para su gestión y conservación”, la distribución de las poblaciones en Europa incluye tres áreas:
-          área de reproducción estricta (donde están en verano pero no en invierno): Comprendería el centro-este y norte de Europa: Alemania, Polonia, Rusia, Bielorrusia, repúblicas Bálticas y Escandinavia. Aunque no las menciona Guzmán, aquí podríamos incluir las poblaciones “africanas” de Canarias, Azores y Madeira.
-          área de invernada estricta (donde están en invierno pero no durante la reproducción): zonas costeras y más cálidas del sur y oeste de Europa.
-           área intermedia donde se mezclan las poblaciones reproductoras e invernantes: centro-oeste de Europa y zonas montañosas del sur del continente, así como islas Británicas.
La Península Ibérica incluye el área de invernada estricta y el área con poblaciones reproductoras e invernantes, aunque en la época de invernada se estima que el número de becadas nidificantes ibéricas no llegaría ni al 5% del total de la población.

Por tanto ¿Cuál es el origen de las becadas que nos visitan anualmente? Esto lo podemos saber analizando dos fuentes de información fundamentalmente: El anillamiento científico y el seguimiento de becadas por satélite. Ambas nos dicen que el 80% de las becadas ibéricoinvernantes proceden de las regiones que rodean el mar Báltico y/o la Rusia europea. El seguimiento de becadas por satélite ha permitido saber que un 17% de las becadas marcadas que han emigrado con éxito pueden considerarse asiáticas, ya que pasaron el verano al este de los montes Urales.

El turismo cinegético relacionado con la becada está en auge


En consecuencia ¿Puede afectar la caza en Turquía, Grecia o Bulgaria a las becadas que vienen a España? Difícilmente, porque pertenecen a corrientes migratorias completamente distintas. Dos ejemplos: El Club de Cazadores de Becada lleva anilladas en invierno en España más de 2.000 becadas desde el año 2008. En este periodo se han producido recuperaciones por caza de estas anillas en Francia, Hungría, Rusia y sobre todo en España, pero nunca, nunca en los países mencionados. El caso de la RTVS es el mismo, jamás una de las 38 becadas marcadas con dispositivos de seguimiento por satélite ha emitido desde Crimea o Grecia, por consiguiente creo que es muy aventurado afirmar que a España vienen menos becadas porque se “hacen masacres en Turquía”. Son ideas que han calado en algunos cazadores basadas en medias verdades con poca o nula base científica.

Algo parecido sucede cuando se habla de la caza en países del norte de Europa como motivo de una menor presencia de becadas en nuestros montes. Voy a referirme a Estonia porque es el país que más conozco por haberlo visitado en media docena de ocasiones con motivo de campañas otoñales de anillamiento de becadas y censos de primavera.
Lo primero hablaré de mi percepción personal. Es innegable que estos países están de moda como destino para los cazadores del sur de Europa. Pero tampoco es nada nuevo, ya que a finales del siglo pasado muchos cazadores franceses, pero sobre todo italianos frecuentaban los países bálticos en otoño en busca de becadas y otras aves cinegéticas. El hecho es que también desde hace una década un número creciente de becaderos españoles se ha sumado a la moda y acude a estos cazaderos, bien para cazar, bien para entrenar sus perros o en un viaje que combina ambas actividades. No es algo con lo que comulgue especialmente, pero también es cierto que puestos a criticar también es turismo cinegético, por poner dos ejemplos, el del becadero asturiano que caza en León o el vasco que acude a Huesca. Aquí lo que cambia es la distancia, porque en el caso de Huesca diría que hay menos restricciones a la caza de la becada que en Estonia.

Volviendo a las percepciones personales, desde mi punto de vista actualmente y por fortuna la presión de caza en estos países dista años luz de lo que tenemos en España. Un ejemplo tonto, nunca me ha pasado cruzarme en la carretera con coches de cazadores o verlos por el monte. Nunca. Algo que sí ocurre en temporada de caza en cualquier carretera del norte
peninsular. Por tanto, cuando leo algunas aseveraciones quiero pensar que se hacen desde el desconocimiento o porque hay cazadores que sin conocer la realidad ven vídeos en Youtube y fotos en Facebook de grandes perchas y creen que aquello es el pan nuestro de cada día y el país está trillado de becaderos haciendo escabechinas y eso, hoy por hoy, es rotundamente falso.

Otra cosa es que considere execrable que haya cazadores extranjeros que vayan a estos países a hacer en un día perchas que no las alcanzarían en sus países de origen sumando varias temporadas. Para mi estas personas no merecen llamarse cazadores y entrarían en la categoría de escopeteros.

Estas imágenes ciertamente hieren a la vista


Pero si volvemos a la ciencia, siempre me gusta referirme a los datos de las becadas anilladas en el Santuario de la Becada de la isla de Vormsi (Estonia), proyecto en el que como decía antes he tenido el gran honor de poner mi granito de arena desde hace años. De acuerdo con la reciente publicación de los responsables del proyecto Jaanus Aua, Saverio Cardoni y Silvio Spano, entre los años 2010 y 2017 se anillaron en esta isla un total de 310 becadas. De estas becadas, 22 aves anilladas (un 7%) fueron recuperadas por caza. De ellas, 5 becadas (un 23%) fueron cazadas en Estonia, 6 (27%) en Francia, 4 (18%) en España, Reino Unido con dos y el resto repartidas entre Alemania, Italia, Irlanda, Dinamarca y Rusia, con una recuperación en cada país.

Teniendo en cuenta que en España los datos que manejamos nos dicen que el 80% de las recuperaciones por caza de becadas anilladas se producen a menos de 20 kilómetros del lugar donde fueron anilladas, los datos de Estonia demuestran claramente que la presión de caza allí es infinitamente menor que la que se produce en el sur de Europa. De hecho es sorprendente que se cacen más becadas en Francia y casi las mismas en España, a dos mil kilómetros de distancia, que en el mismo país donde fueron anilladas.

Habrá quien diga que la muestra de 310 becadas estonias anilladas es escasa, pero si nos vamos a los datos similares que se aportan desde el anillamiento en Rusia, comprobamos que hablan de número muy parecidos; el 80% de las becadas anilladas se recuperan fuera del territorio ruso. Por tanto, con los datos en la mano no se puede achacar la presión de caza en Europa a los países de cría. Si vamos a poner el foco por lo menos hacerlo donde realmente se hace “pupita” a la especie, siendo Francia, España e Italia los principales señalados. Esto que digo reconozco que es muy impopular y hay mucha gente que no le gusta escucharlo, pero creo que en esta vida hay que intentar ser honesto y coherente con lo que se dice.

También creo que cuando se propone cualquier medida restrictiva que suponga una reducción de la presión de caza en aquellas regiones españolas más permisivas, se utiliza el recurso de las supuestas “masacres en los lugares de cría” como recurso o muletilla para justificar las cosas que aquí se hacen mal. Como digo, esto se hace muchas veces desde el desconocimiento de la verdadera realidad de la caza en el norte de Europa, pero también con bastante hipocresía y poco interés en la gestión responsable de la becada. Este hecho me produce bastante pena, sobre todo pensando en qué les dejaremos a las generaciones futuras si nosotros seguimos mirándonos al ombligo.
Y con esto me despido, espero que os haya gustado este post y que por lo menos sirva para remover alguna conciencia. Agur!

2 comentarios:

  1. Otro iluminao que crea escatedra

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  2. Una Directiva Europea sobre la becada sería la solución para evitar la debacle que se avecina. Unificar Cupos, horarios de caza , fechas apertura y cierre, dias hábiles ... Nos olvidamos de que es una especie migratoria que recorre los 27 países de la Unión Europea y aquí cada uno va por libre y no digo en España que aqui cada Comunidad que hace lo que le da la gana. O nos ponemos las pilas o esto se acaba. Es fácil. Hay que pensar en la sostenibilidad de la especie antes de que nos la meten en el libro de especies en peligro de extinción.

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