viernes, 5 de abril de 2019

La primavera ya está aquí


Lo cierto es que este invierno y con el eterno anticiclón que se ha instalado entre nosotros da la impresión de que estamos en el día de la marmota en cuanto a la climatología. Sin embargo la fauna y el paisaje nos recuerdan el cambio de estación y que el invierno ya quedó atrás.

La migración prenupcial está siendo algo deslucida en Navarra. La falta de temporales no está obligando a las aves a parar aquí y hacen el paso del Pirineo a gran altura y sin hacer escala, debido a las noches y días claros. Tampoco tenemos mucha agua que atraiga a acuáticas y limícolas.

Sin embargo en los primeros días de abril hemos gozado con la irrupción de cientos por no decir miles de pequeños pajarillos procedentes de África y que paran por unas horas antes de seguir su viaje al centro de Europa.

En mi paseos por Villaveta o Loza ya se han visto las primeras lavanderas boyeras, curiosamente casi todas de subespecie flava flava. Se reproduce en el sur de Noruega, Suecia y Finlandia, países Bálticos. Rusia central y gran parte de Europa central. En teoría en breve seguirán su migración hacia el norte.





También los mosquiteros nos han visitado en gran número, destacando los comunes, musicales y algún papialbo.






En Loza pude disfrutar en la primera semana de abril de una auténtica invasión de currucas capirotadas, el macho con su "caperuza" negra y la hembra en marrón. Saltaban por decenas en las zonas de matorral que tanto les gustan. Difícil sacarles una foto en condiciones, no paran quietas y enseguida se ocultan en la espesura de los matorrales.




En campo abierto  salpicado de matorral también se han visto bastantes currucas zarceras, acompañadas de un buen números de buitrones.







En las praderas también las primeras collalbas grises.

Dentro de las zonas un poco más boscosas destacan por sus preciosos colores los machos de colirrojo real, un gustazo para la vista.




Mientras en las zonas húmedas seguidos con el trasiego de patos cucharas, ánades reales y frisos y alguna cerceta común, aunque en menor número que en semanas pasadas. También detecté un ánade rabudo en Villaveta, probablemente algún rezagado, junto con una pareja de ánares comunes. Los dos cisnes vulgares que estuvieron por la zona ya la han abandonado.






Zampullines, fochas y gallinetas siguen a lo suyo, disputándose el territorio con continuas peleas y preparando el nido.








Y la elegante garza real estos días luce sus mejores galas, con el pico de color rosado y las clásicas plumas negra en forma de penacho que adornan su cabeza.




En Loza otra vez me topé con una parejita de polluela pintoja, las dejé tranquilas ya que parece que les están cogiendo el gusto a este rincón y puede que se instalen definitivamente.


En Zolina el espectacular zampullin cuellinegro no falla, estos días con la muda bastante avanzada.



También alguna bonita focha que se dejó arrimar.




Y entre la espesura surgió un ave de la que es fácil escuchar su famoso canto, pero bastante más complicado es observarla, se trata del primer ruiseñor de la temporada.




También la abubilla se dejó ver, pero no me dio oportunidad de fotografiarla, tiempo habrá.
En cuanto a rapaces estos días de finales de marzo y principios de abril dejan ver el paso de numerosas culebreras, las primeras águilas calzadas y algún abejero madrugador.
En definitiva, que poco a poco ya estamos todos los que vamos a pasar el verano por estas latitudes a falta de que oropéndolas, codornices o tórtolas hagan acto de presencia en breve.

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