jueves, 19 de marzo de 2020

Resumen de la temporada de anillamiento

Muy buenas Becaderos Viajeros ¿Qué tal estáis? Espero que pasando el mal trago con salud y paciencia. Esta entrada se debería haber publicado dentro de un mes, pero por desgracia la situación tan complicada que vivimos estos días con la epidemia del dichoso "bicho" ha conducido a que tengamos que adelantar el cierre de la temporada de anillamiento. Ya hace unos días decidí dejar de salir al monte para que un inoportuno accidente no me llevara al hospital y complicarle más la vida a los sanitarios y sanitarias que tan mal lo están pasando. Y tras el sábado, con la llegada del confinamiento, podemos pensar que esta temporada no podremos retomar nuestras salidas a anillar becadas. Por tanto, ya podemos extraer conclusiones de esta campaña que ha finalizado de una manera tan extraña. No quiero dejar pasar esta ocasión para agradecer y animar al personal sanitario, de limpieza y demás trabajadores que están echando el resto en los hospitales y residencias, así como todas las personas cuyo trabajo sirve para que a los demás no nos falte de nada ¡Muchas gracias! Eskerrik asko!

Bonito ejemplar

Decir que este resumen esta basado en mis salidas, ya que el análisis general de todos los anilladores del CCB lo publicaremos en la revista de los socios del Club dentro de unas semanas, espero. Desde hace unas temporadas el trabajo que vengo haciendo está centrado no tanto en alcanzar un número elevado de becadas anilladas, que también sería lo deseable, sino en monitorizar un par de lugares concretos de cara a valorar abundancias, recuperaciones de becadas anilladas, evolución de la densidad de sordas...Está claro que si cada semana anillara en un lugar virgen el número de becadas contabilizadas al cabo de un año sería mayor, pero ese pienso que no debe ser el objetivo principal de este trabajo.

¡Doblete!

Por tanto y como digo, la labor de anillamiento la vengo realizando en dos zonas de la mitad norte de Navarra, lugares de clima atlántico, aunque uno de ellos y debido a la altitud podemos hablar de clima de montaña. En ambas áreas el bosque lo forman especies caducifolias, principalmente robles y hayas y las praderas son idóneas para el anillamiento, ya que existe abundante ganado pastando. La tercera zona que solía visitar la he ido abandonando, debido a que los escasos prados aptos poco a poco se están haciendo inabordables para el anillamiento a causa de la maleza que crece por falta de ganado. Además se trata de un lugar con mayor influencia mediterránea, poblado de bosques de pino y boj y aquí el comportamiento de las becadas es distinto, solo salen a comer fuera del bosque en condiciones muy concretas de lluvia y viento, que este año apenas se han dado.




 En cuanto al esfuerzo de muestreo, el número de jornadas de anillamiento durante la pasada temporada ha sido de 30, con lo he cumplido con creces el objetivo que nos marcamos los miembros del grupo de anillamiento "Scolopax" de efectuar mínimo una salida semanal. La primera sesión la realicé a la vuelta del viaje de anillamiento a Estonia, el 1 de noviembre, mientras que la última jornada fue el 9 de marzo, acabando por tanto la temporada con antelación, en un año normal anillamos hasta casi el mes de abril. Una lástima porque el año pasado en febrero me rompí el hombro en un accidente en la montaña y tampoco pude finalizar la campaña. El número de horas de muestreo ha sido de 54, lo que da casi una media de 2 horas de recorrido nocturno por jornada.




El total de becadas vistas en los recorridos de anillamiento ha sido 173, lo que nos da un Índice de abundancia de 3,20 becadas vistas por hora de muestreo. Este índice es bastante alto, pero muy engañoso, ya que la mayor parte de la temporada ha sido muy floja en cuanto a presencia de becadas. Sin embargo, al final de la campaña y desde principio de febrero la contrapasa de becadas ha resultado espectacular, con lo que se ha podido maquillar el resultado y pasar de una temporada regular a una que podríamos valorar como buena. En cuanto a becadas capturadas, tenemos 67 ejemplares, lo que da un 38% de efectividad. Este valor es bastante bajo comparado con el obtenido en temporadas anteriores y que rondaba el 50%.Este dato se explica por la tremenda abundancia encontrada durante las últimas noches y plasmada en numerosos encuentros con becadas agrupadas, lo que reduce las posibilidades de capturarlas en comparación a cuando se encuentran solas. Meter una becada en la red cuando está acompañada por dos o más compañeras es casi misión imposible.

Becada anillada en el Pirineo entre la nieve

Finalmente el número de becadas anilladas ha sido de 50, una cifra que puede parecer escasa, pero que lleva detrás mucho esfuerzo, no es tarea fácil. El resto de becadas hasta 67 está formado por ejemplares anillados en anteriores temporadas y recuperados y liberados de nuevo en esta campaña. Bueno, este es un resumen somero de lo que ha dado de sí la temporada 2018/2019. Aprovecho la ocasión para agradecer al Gobierno de Navarra y los propietarios de los terrenos por facilitarnos nuestra labor con sus autorizaciones y especialmente a mi familia por "aguantarme" durante esta temporada tan larga con muchas noches fuera. Espero que esta entrada haya sido de vuestro interés y que en la siguiente ya tengamos mejores noticias para todos ¡Ánimo y fuerza!



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