Este año se han hecho esperar. Las altas temperaturas y la falta de lluvias en octubre ha retenido el grueso
de la migración de grullas en latitudes más norteñas, pero hacia el día 23 por
fin empezó la gran entrada de estas elegantes nómadas del viento.
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Grullas, emblema del otoño |
A partir de entonces, una explosión de ruido ha llenado durante días los
cielos del Pirineo. Una sucesión de bandadas
con su forma de V y característico trompeteo se han ido sucediendo en
una espectacular romería. Las peregrinas vienen del norte de Europa y su
albergue particular son las lagunas de Gallocanta, en Zaragoza, primera parada
obligada antes de acometer el salto a su destino definitivo en las grandes
dehesas del suroeste peninsular. Esta región constituye el principal núcleo de
invernada de Europa, allí encuentran bellotas, su sustento preferido en los
meses invernales.
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En sus descansos durante la migración se alimentan en los campos de cereal, casi siempre cerca de algún humedal |
En otoño el flujo más numeroso de grullas que vienen de Europa cruzan los
Pirineos por su parte más occidental aprovechando los collados que en esta
parte de la cordillera tienen menor altitud. La mayoría pasan en octubre,
aunque muchas veces la migración se alarga al mes de noviembre o incluso más.
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Grullas entrando al dormidero |
Algunas rezagadas han parado en ciertos humedales navarros, entre ellos la
Balsa de Zolina/Ezkoriz, donde días atrás tuve la oportunidad de fotografiar a
tan elegante ave. Un motivo más para conservar este particular y único mar
interior pirenaico.
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Elegante silueta la de esta zancuda |
En la migración prenupcial o contrapasa, en marzo, los bandos cruzan los
Pirineos de una manera más dispersa. Si la entrada de nieblas de norte cierra
los pasos pirenaicos, se suelen producir grandes y espectaculares
concentraciones en sus estribaciones en espera de que se abran los collados.
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La mayor parte de las grullas ibéricoinvernantes proceden de Rusia, Finlandia y Suecia |
De acuerdo con los datos de SEO en Europa hay alrededor de 90.000 grullas
(Grus grus) de las que cerca de 80.000 pasan el invierno en España. Aunque hay
citas antiguas de nidificación de grullas en la Península, actualmente no
existen núcleos de cría aquí.
Las grullas ibéricoinvernantes provienen del norte de Europa, donde contrariamente
a los hábitats abiertos que suelen ocupar aquí, no es raro encontrarlas en
pequeños claros dentro de bosques.
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Algunas de las grullas que atraviesan los Pirineos llegan hasta Marruecos |
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Impresionante ver una bandada acercarse |
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Maravilloso animal |
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Con su potente aleteo son capaces de alcanzar gran velocidad, aunque habitualmente planean aprovechando las corrientes térmicas |
Por suerte sus poblaciones han ido en aumento en las últimas décadas, hasta
convertirse en un problema para la agricultura en algunas zonas.
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Nutrido grupo de grullas reiniciando la migración |
En definitiva, la llegada de las grullas es una alegría para los aficionados a la naturaleza y ponen una nota de color y sonido a los atardeceres de otoño. Buen viaje y nos vemos en primavera.
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En el centro de este bando se aprecia dos individuos juveniles, más parduzcos que el resto |
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No puede haber un mañana de octubre sin el trompeteo de las grullas |
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Bando adoptando la típica forma de V |
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Cuatro ejemplares solitarios |
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Bandada con al menos tres grullas juveniles |
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Buen viaje amiga grulla |
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